Un gato en caída libre - ¿Cuándo no se mata?-.

jueves, 20 de mayo de 2010

¿Cuál es la altura óptima para que un gato se caiga de una ventana y sobreviva? No un primer o segundo piso, sino... un séptimo o más alto.

Todos hemos oído alguna vez lo de que los gatos tienen siete vidas por ser tan ágiles y flexibles ante una caída. Obviamente sólo tienen una; al caer, tienen la facilidad de darse la vuelta en el aire y modificar su centro de gravedad. Cuando arquean su cuerpo, hacen que el centro de masas queden entre su panza y la patas, por lo que lógicamente caerán de pie.

Si un gato cae desde un segundo piso, o desde un tercero, es probable que no tenga tiempo de girarse adecuadamente. Pero si se cae de un séptimo o de un octavo, tendrá tiempo de darse cuenta de lo que ocurre, reaccionar, y preparar la caída.

¿Y si cae desde un piso 14? Pues a partir del séptimo piso, prácticamente da igual de qu éaltura caiga, porque el rozamiento con el aire impedirá que el animalito adquiera demasiada velocidad. Todos los cuerpos que caen en una atmósfera tienen una velocidad terminal (velocidad máxima que se puede adquirir en caída libre por la acción del rozamiento con el medio). Esto es fácil de imaginar si pensamos en un barco hundiéndose en el mar: Se hundirá a una velocidad máxima, y no continuará acelerado infinitamente.

Pues para cuerpos en el aire ocurre lo mismo. En el caso de los gatos, esta velocidad es de 100 km/h, y por el rozamiento con el aire no pueden superarla en caída libre. Así, en realidad da lo mismo que se caigan de un octavo o de una planta 25, porque un gato no se mata a esa velocidad.

Esto es bastante común, y la velocidad terminal es la razón por la que muchos animales sobreviven cualquier caída: arañas, ratones, hormigas... Desgraciadamente para nosotros, nuestra velocidad terminal es muy elevada, cerca de 200 km/h, y una caída superior a unos pocos metros conlleva nuestra muerte inmediata.

Nota: Este artículo se ha escrito sin experimentar la caída de ningún gato. ¡No se han dañado animales! :-)


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La excepción que confirma la regla

lunes, 10 de mayo de 2010

Es un dicho muy manido y popular. Cuando algo se sale de lo normal decimos que es la excepción que confirma la regla. Pero ¿tiene esto sentido? Pues sí, pero no siempre.

 

Las excepciones no confirman ninguna regla cuando hablamos de "observaciones", más que de leyes. Si una regla tiene excepciones, entonces la regla no es muy válida, y nada más. Las excepciones jamás confirman una regla, sino que la invalidan. Podemos enunciar una regla como que "todos los pájaros vuelan".  Sin embargo, una excepción a esta premisa (los pingüinos no vuelan), no la confirma, sino que la invalida.

 

Entonces, ¿por qué usamos este dicho popular?. En realidad, este dicho tiene su origen en una frase latina empleada en tiempos antiguos y medievales: "exceptio probat regulam in casibus non exceptis", ("la excepción confirma la regla en los casos no exceptuados"), queriendo decir que la  declaración de una excepción establece la existencia de una regla contraria a la excepción. Parece complicado, pero no lo es. Aquí, algunos ejemplos:

 

·         "Prohibido aparcar de 07.00 a 18.00": Establece que durante el resto del día sí se puede aparcar (esta sería la regla, la norma).Legalmente, la presencia de esta señal confirma la norma general de que sí se puede aparcar fuera de ese horario". Si esto no fuese así, aparcar bajo esta señal de 9 a 10 de la noche podría conllevar una multa. Porque tal vez estuviera prohibido pero no lo sabemos. Precisamente porque la señal estipula que está prohibido aparcar dentro de un horario restringido, su presencia confirma que fuera de ese horario sí se puede aparcar.

 

·         "Acceso para residentes": Del mismo modo, esta señal implica que los no residentes (la regla) no pueden pasar.

 

·         "Prohibido jugar a la pelota en este parque": Establece que sí se puede jugar con una cometa o con una bicicleta o cualquier juguete. Esto sería la regla, la norma válida, y la excepción la confirma.

 

·         "Sala para fumadores": En un aeropuerto hay salas para fumadores. Su presencia confirma la regla de que, fuera de esas salas, no se puede fumar.

 

·         "Los productos de la sección de SALDOS no se pueden cambiar": Implica que el resto de los productos, sí se pueden cambiar.

 

 

Como se ve, este dicho no tiene sentido cuando se aplica en contextos como estamos acostumbrados: "Siempre llueve en Semana Santa... este año hizo sol,  que es la excepción que confirma la regla". "Los jueces son gente muy seria. Tu primo, que es muy bromista, es la excepción que confirma la regla".

 

¿Sí? ¿lo confirma realmente? ¡Por supuesto que no!.

 

Tienes más ejemplos como los citados anteriormente? ¡ Cuéntalo en los comentarios!.