¿Cuál es la última isla descubierta?

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Es francamente difícil saber cuál ha sido la última isla en descurbrirse. Ya hace mucho tiempo que se han descubierto todas las islas de un tamaño importante, y durante el último siglo los descubrimientos se han restringidos a islotes o islas volcánicas de nueva formación. Algunas de estas islas, incluso han desaparecido a los pocos meses por colapso de la cámara magmática que los había parido.

Sin embargo, hay un caso bastante curioso y representativo de una tecnología que tenemos hoy en día: Los satélites.

Desde que en 1957 la Unión Soviética lanzase su Sputnik, e inaugurase la carrera espacial, nuestras vidas han cambiado mucho. Los satélites nos proporcionan información, telecomunicaciones... son un ojo y un oído en el espacio.

Pero si hay algo en lo que estos artefactos han representado un impulso fantástico es en la modelización de la superficie del planeta y, en especial, de la exploración geográfica.

Ya los astronautas de las misiones Mercury y Gemini tomaron fotografías del planeta, imágenes que demostraban la belleza y delicadeza de la Tierra. Paralelamente, la NASA comenzó a idea los primeros satélites de observación de nuestro planeta.

Los satélites LandSat fueron ideados con este fin, y el primero de ellos LandSat-1, fue lanzado en 1972. Se ha llegado hasta 7 (El último lanzado en 1999), estando los cuatro primeros ya fuera de servicio, y el 6 inutilizado desde el principio. Si aún no te suena LandSat, debes saber que sus imágenes son las que forman la cobertura total en programas como Google Earth y Nasa World Wind.

Esta tecnología ha permitido cartografiar nuevos lagos e islas de los que anteriormente se desconocía su existencia, o al menos nadie había registrado su descubrimiento.

Así, le hecho curioso que quería relatar hoy es el descubrimiento gracias al LandSat-1 de una isla en Canadá, que fue bautizada como...

...Isla LandSat.

Original, ¿verdad?

La Isla LandSat se encuentra en la costa noreste de la península del Labrador, y sus únicos habitantes son osos polares.

En 1976 el satélite se usó como parte de un programa de cartografiado de la costa canadiense. LandSat-1 mostró la existencia de varias islas y lagos no reconocidos anteriormente, y uno de estos accidentes geográficos era la Isla Landsat.

Se trata de un islote de 25 m x 45 m, situado en el el extremo de la plataforma continental. Tiene su gracia que por ello la superficie de Canadá haya crecido 68 kilómetros cuadrados al extenderse su dominio marítimo.

Una vez "avistado", el siguiente paso era tomar posesión... y quién mejor que el Dr. Frank Hall, director del Servicio Hidrográfico del Canada?

Son simpáticas las palabras de Scott Reid en el parlamento canadiense al respecto:

"El Dr. Hall fue colgado de un arnés y descendido desde un helicóptero a la superficie de la isla. Estaba totalmente helada. En cuanto tocó el suelo, un oso blanco le echó el ojo, y para Hall era difícil verlo, pues todo era blanco y el oso además estaba en una posición más alta. Hall comenzó a trepar por el cable, y tal como declaró después, estuvo a punto de ser la primera persona en morir en la Isla Landsat"

(Agradecería que alguien pueda corregirme en los comentarios si ésta no es la isla más recientemente descubierta. Me interesa profesionalmente este asunto. No, no es que vaya a fundar una república allí)

Historia de la Isla Landsat:
http://landsat.gsfc.nasa.gov/news/news-archive/dyk_0001.html
Información de los satélites LandSat: http://es.wikipedia.org/wiki/LandSat
Historia del programa Mercury: http://history.nasa.gov/SP-4001/contents.htm
Historia del programa Gemini: http://history.nasa.gov/SP-4002/contents.htm




5 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante lo de la isla ... pfff ya no se que decirte, me quitaria el sombrero pero lo he hecho tantas veces que ya no tengo sombrero que quitarme

Ciaooooooooo

Anónimo dijo...

Como siempre ... interesantísimo. ¿¿Se puede saber dónde encuentras este tipo de curiosidades?? Muy bien, Neuro. Un saludo

Jorge dijo...

Gracias a los dos :-)

Anónimo dijo...

Hola, Jorge, soy Aristarkus de Magonia. Ya que tienes un blog propio (que está muy bien, por cierto) creo que es el lugar adecuado para continuar el tema de la tectónica, aunque no tengo mucho más que aportar. Solo dos apuntes a tu último comentario en Magonia:
Primero, como dices, hoy día hay satélites que miden con gran exactitud la circunferencia de la Tierra, sin que se haya encontrado ninguna prueba de que se está expandiendo. Sin embargo, podría ocurrir que esa expansión no tuviera lugar de forma contínua.
Segundo, según dices, casi todos los geólogos actuales que se oponen a la tectónica de placas son o rusos o de la América profunda. Sin embargo, a finales de los años 50 y principios de los 60, cuando la tectónica de expansión se tuvo brevemente como una posibilidad explicativa de la historia terrestre, una parte importante de sus defensores eran, curiosamente, del hemisferio sur, y cada uno de un continente distinto. Así, Warren Carey era australiano, lo mismo que H.E. Le Grand, autor como te comenté de "Drifting continents and shifting theories", aunque éste último, que es historiador de la ciencia, no se pronuncia a su favor, y su libro es escrupulosamente neutral. Lester King, de quien tengo el libro "Wanderig continents and spreading sea floors on an expanding Earth" (que todavía no he leido), era sudafricano. Los otros que te mencioné eran uno húngaro, Laszlo Egyed, y el otro, Bruce Heezen, norteamericano.
Resulta curioso que esta gente no tuviese noticia los unos de los otros cuando publicaron sus artículos exponiendo la hipótesis de una Tierra en expansión, como tampoco conocía ninguno a Otto Hilgenberg, alemán que en los años treinta hizo modelos de la Tierra encajando los continentes como las piezas de un puzzle en una esfera en la que estaban ausentes los océanos. Aparte de su dispersión geográfica, esta gente tuvo dificultades añadidas para que sus ideas fuesen tomadas en consideración. Hilgenberg vivió en la Alemania nazi, aunque no se apuntó al partido. Egyed residió en la Hungría invadida por la URSS, y en occidente siempre se ha mirado con prevención toda la ciencia proveniente de los paises del Pacto de Varsovia por el pavoroso antecedente de Lysenko, a pesar de que luego nos diesen la sorpresa siendo los primeros en poner un objeto en órbita. Y todos vivían muy lejos de EEUU, que era donde se había hecho el mayor esfuerzo para cartografiar el fondo oceánico y donde se editaban las revistas científicas prestigiosas. Heezen se vió relegado por su jefe Maurice Ewing, un trabajador infatigable que cartografió todo el Atlántico, pero muy limitado (o poco audaz) en el aspecto teórico.

De momento no tengo más que decir sobre el tema. En otro orden de cosas, sí te digo que si todos los días le echo un vistazo a Magonia, es por si encuentro un comentario de gente como tú, Mo, Stegosauro, y otros por el estilo que se prodigan menos, y por los artículos de Luis Alfonso Gámez, claro. Aunque suelen ser los comentarios magufos los que me impulsan a participar en el foro. Debe ser que tengo algún afán didáctico no compensado, y que desde luego no puedo satisfacer de otra forma porque tengo fobia a hablar en público. Me agobia hablar hasta en las reuniones de la comunidad de vecinos, no te digo más.

Jorge dijo...

Hola Aristarkus,

Bienvenido, me agrada que te guste el blog. Siempre es bueno tener lectores de calidad (como casi todos los que vienen por aquí).

Comento tus apuntes:

Sin embargo, podría ocurrir que esa expansión no tuviera lugar de forma contínua.

Bueno, si la expansión no fuese continua, habría una tectónica extensiva generalizada en todo el planeta en pulsos, y esto se sabe que no es así.

casi todos los geólogos actuales que se oponen a la tectónica de placas son o rusos o de la América profunda. Sin embargo, a finales de los años 50 y principios de los 60, cuando la tectónica de expansión se tuvo brevemente como una posibilidad explicativa de la historia terrestre, una parte importante de sus defensores eran, curiosamente, del hemisferio sur, y cada uno de un continente distinto.

Debes enfocar el problema de distinta manera. En términos de tectónica global, hablar de los anos 50 y 60 es como hablar en Astronomía de la edad media con el modelo geocéntrico o en matemáticas con la época pre-Descartes o Leibniz...

Explicado esto, en esas fechas no se tenía la ingenta cantidad de información que se tiene ahora, y es sabido que la Tierra no se expande. Si se expandiera, además, se sabría por otros medios, como el estudio de los flujos que depositan ciertos sedimentos. Se sabe que la constante gravitatoria ha sido siempre constante, por tanto, el radio de la Tierra siempre es el mismo.

Los autores que sigues, siendo ejemplares y muy buenos en su tiempo, tenían ya bastante con explicar la deriva continental sin conocer los mecanismos de la tectónica de placas. Era como explicar porqué los huesos crecen sin saber lo que es una vitamina o lo que es el calcio.

Ten en cuenta que además hay mucha mitología, como que "las placas ocenánicas se mueven gracias a la convención en el manto". La explicación más convincente es que las placas en realidad se mueven por su propio peso... y por la succión en las zonas se subducción debido a la mayor densidad de éstas en relación a las placas continentales.

Si quieres leer más sobre tectónica de placas, intentaré buscarte alguna web didáctica, sin que sea muy extensiva en tecnicismos.

La descripción en Wikipedia es bastante buena: http://es.wikipedia.org/wiki/Tect%C3%B3nica_de_placas

Y en inglés ya ni te cuento: http://en.wikipedia.org/wiki/Plate_tectonics

Mediciones GPS de la NASA:
http://sideshow.jpl.nasa.gov/mbh/series.html

Un saludo. Te espero por aquí!

Jorge